Calentamiento, Estiramiento y Enfriamiento


Escrito por Dr. Klein - Ferran Espel

Si montamos en bici es muy importante que hagamos el CEE (Calentar, Estirar, Enfriar). Cada una de las tres prácticas guardan relación pero buscan objetivos distintos.

Calentamiento y Estiramiento

Antes de hacer una ruta en bicicleta de montaña hemos de preparar tendones, ligamentos y músculos, mediante ejercicios de calentamiento. El objetivo es conseguir mayor movilidad y flexibilidad en las articulaciones, evitando lesiones musculares o articulares.

Para calentar debemos realizar una serie de estiramientos musculares. Empezaremos con una ligera carrera, pequeños saltos, desplazamientos laterales y suaves estiramientos de los músculos. Un calentamiento bien hecho nos prepara para el esfuerzo y es una voz de alerta no sólo a los músculos, sino a todo nuestro cuerpo: aumenta la temperatura corporal, el ritmo cardíaco…

Los estiramientos nos ayudan a mantener un nivel de flexibilidad saludable, por lo que debe ser parte de nuestra rutina diaria, incluso aunque no practiquemos deporte.

Si practicamos un deporte como el ciclismo, sufrimos, sobre todo en los músculos, unos micro-desgarros fibrilares que nuestro propio cuerpo soluciona utilizando la glutamina. La glutamina -un aminoácido- estimula la formación del tejido cicatrizante y así soluciona los micro-desgarros. Pero a la vez que estimula el tejido cicatrizante, hace que perdamos nuestra elasticidad. Este es uno de los factores por los que los niños son más flexibles. A más edad más glutamina.

La glutamina la combatiremos con unos buenos estiramientos. Debemos hacerlos de forma pausada y progresiva, sin llegar a sentir dolor y sin superar los 30 segundos por ejercicio. Si estiramos correctamente los músculos recuperan su estado inicial, se descargan en gran medida y disminuye el riesgo de lesiones.

Enfriamiento

Hacer ejercicios al final es tan importante o más que al principio. Además, después de hacer ejercicio, el músculo está caliente y puedes lograr mayores amplitudes sin molestias.


No debéis parar bruscamente después de un ejercicio intenso a no ser que os caigáis de cansancio. Si os pasa esto y no estiráis tenéis muchos números de padecer sobrecargas y contracturas